Empieza
mi aventura en solitario, cuando digo en solitario, me refiero a mi propio viaje,
sigo rodeada de las mismas personas, pero emprendo un viaje solo y
exclusivamente para mí.
Pasar más tiempo conmigo misma, escuchando los silencios, dejando que la mente
fluya hacia donde mejor se sienta y no dejándola caer en viejos hábitos.
A
lo largo de mi vida me he dado cuenta, que hay muchos momentos en los que te
pones a prueba y no te das cuenta, y ahí es donde tienes que empezar a trabajar,
a mirarte a ti misma y no repetir escenarios, pero no nos damos cuenta y
seguimos cayendo una y otra vez en el mismo patrón.
No
sé donde me llevará todo este proceso, ni los resultados que obtendré, pero se
que nunca será algo negativo, porque todo lo que sea querer mejorar o cambiar,
no puede hacerme daño.
Durante
este tiempo en el que tanto he podido reflexionar, vivir diferentes situaciones
hay algo que hice bien y fue darme cuenta, rápidamente, de lo que no quiero para
mí.
Quizá
mucho de lo que escriba, no tenga relación una cosa con la otra, hay mucho en mi
cabeza que grita por salir, habrá partes de relatos, de historias, algunas
pueden ser parte de mi vida, otras de la imaginación… quizá un día escriba de
como me siento, o de lo que la vida me hace sentir… quizá de un nuevo amor o
porque no, de uno pasado y en especial de esa persona que emprendió un viaje de
no retorno, pero a pesar de ello, sigue aquí, dentro de mi y a la que le debo
una gran promesa. Y hoy empiezo a cumplir.